Ecopsicología, 8 Principios

Ecopsicología, 8 Principios

Adrián Villaseñor Galarza

En ocasiones se hace necesaria la síntesis de información en destilados que contengan la esencia del mensaje para facilitar su adecuada digestión. Tal es el caso de los 8 principios de la ecopsicología propuestos por Theodore Roszak (1992)1 y presentados a continuación de forma abreviada. Es importante mencionar que la propuesta de Roszak es una de un número de acercamientos existentes hoy en día en el estudio psicológico de la relación humano-Tierra, que destaca por su énfasis en la existencia de una mente natural denominada “inconsciente ecológico.” Los ocho principios sirven de guía para abordar, cuestionar y sanar tanto lo personal como lo planetario.

  1. El núcleo de la mente es el inconsciente ecológico. Para la ecopsicología, la represión del inconsciente ecológico es la raíz más profunda de la locura coludida de la sociedad industrial; el acceso al inconsciente ecológico es el camino a la sanidad.
  2. Los contenidos del inconsciente ecológico representan un record viviente de la evolución cósmica, trazándola hasta las condiciones iniciales distantes del evento creativo que llamamos el Big Bang.
  3. De la misma manera que el objetivo de previas terapias ha sido el recobrar los contenidos reprimidos del inconsciente, el objetivo de la ecopsicología es el de despertar la reciprocidad ambiental que yace en el inconsciente ecológico.
  4. Para la ecopsicología así como otras terapias, la etapa crucial de desarrollo es la niñez. El inconsciente ecológico es regenerado a través del sentido de un mundo encantado prevaleciente en la niñez. La tarea de la ecopsicología es la de recobrar esta cualidad experiencial en adultos funcionalmente “saludables.”
  5. El ego ecológico madura en un sentido de responsabilidad ética hacia el planeta que es tan vívidamente experimentado como nuestra responsabilidad ética hacia otras personas humanas.
  6. De los proyectos más importantes de la ecopsicología se encuentra la revaluación de ciertos rasgos compulsivamente “masculinos” que permean nuestras estructuras políticas de poder y que nos llevan a dominar la naturaleza como si se tratara de un ámbito anormal y sin derechos.
  7. Todo lo que contribuya a formas sociales de pequeña escala y empoderamiento personal alimenta al ego ecológico. Todo lo que pugna por una dominación a gran escala y la represión de la humanidad atenta en contra del ego ecológico.
  8. La ecopsicología mantiene que existe una interacción sinérgica entre el bienestar personal y planetario: las necesidades del planeta son las necesidades de la persona, los derechos de la persona son los derechos del planeta.

1 Roszak, T. 1992. The voice of the earth: An exploration of ecopsychology. Phanes Press. pp. 320-321

Adrián Villaseñor Galarza

Me apasiona la transformación humana al servicio de la Tierra viviente para develar la expresión regenerativa de nuestros potenciales profundos.